Desde lo más profundo del infierno

Llora lágrimas de fuego, quien con con cenizas recién creadas jugó.
De sus ojos brota la lava que en lo profundo de su ser creó.
Él no sabe dar respiro a éste pobre corazón, que de tanto en tanto fatigo.
Fatigo mi calma y mi pasión, fatigo el recuerdo de un último amor.


Quien lo ve lo reconoce, tiene en la cara una sonrisa que demuestra su goce.
Ella te encanta y te envenena, uno piensa que tiene dulzura en sus venas.
La verdad es muy distinta, y es que es solo tinta.
Con el tiempo se descubre, que una gota de agua no lo cubre.
Que todo se borra con el tiempo, como su dulzura y su recuerdo.
Pero todavía está grabado en lo más profundo de mi cielo.
Mi cielo le decía, a ese que del infierno venía.
Quien hoy en día llora lágrimas de fuego.


Ella me decía " mi cielo", como si de un ángel me tratara.
Que equivocada que estabas mi cielo.
Soy oscuro como la noche y tenebroso como el miedo.
Miedo me daba enamorarme del cielo, pero eso nunca pasó.
El cielo no me acepta, porque de cenizas soy.


Del calor del fuego vengo y al infierno es que yo voy.
De su cuerpo solo quise su locura y su pasión.
Pasión de una noche descontrolada de placer.
El recuerdo placentero de su cuerpo y mi piel.
Del fuego es que yo vengo y al infierno es que yo voy.
No hay más color en mi noche que el que brinda la pasión.


Besos te mando desde esta habitación.
Con encanto recuerdo el sonido de tu voz.
La voz del lamento y la pasión.